
Never miss Monday (No te pierdas el lunes).
Una vez, como parte de mi entrenamiento, mi coach me pidió que fuera a nadar para mejorar mi resistencia y ayudar a descansar mis rodillas del impacto de correr en el pavimento… entre tantas quejas y excusas mías para no hacerlo me dijo “en el deporte y en la vida cuando tienes un objetivo, a veces toca hacer cosas que nos hacen bien, aunque no nos gusten tanto en este momento… y a eso se le llama disciplina”. Seguramente te ha pasado cuando te tocan distancias largas, cuando toca levantarse temprano, ir al gimnasio o tengas dolores producto del entrenamiento de ayer y que solo quieras quedarte en cama y abandonar todo.
En esos momentos, desde la parte psicológica, también estás entrenando la tolerancia y lo que te hace seguir y no quedarte estancado es tu motivación.
Partiendo de esta anécdota, la importancia que tiene la motivación en tu día a día es fundamental para conseguir todos los objetivos que tienes establecidos. No solo cuando se trata de “ganar” involucra la motivación, también, bajar los tiempos en el entrenamiento, cumplir con los entrenamientos de la semana, descansar, comer sano, terminar una carrera, etc.
La motivación es un continuo, y durante todo el día fluctúa desde los niveles más bajos de motivación hasta los niveles más altos de
motivación, por ello, es normal que ciertas actividades no te resulten motivantes, y es aquí en donde debes evaluar si lo que vas a hacer o vas a dejar de hacer, te acerca o te aleja de tu objetivo.
¿Cómo mantenerte motivado para hacer ejercicio?
La motivación no es magia, debes prestar atención a aquello que te mueve para potencializar los efectos que tiene en ti. A continuación, te dejamos algunas acciones que te ayudarán seguir en el camino para conseguir tus objetivos:
• Establecer el objetivo: tener claro que quieres conseguir con el ejercicio, por ejemplo:
terminar una carrera, bajar de peso, etc. Te sugerimos que los objetivos se determinen en conjunto con tu entrenador, psicólogo y nutriólogo, y así sean medibles y alcanzables.
• Plasmar tu objetivo y tus avances: tener presente el objetivo que quieres cumplir junto con tus avances, esto facilita a que continúes enfocado en él. Te recomendamos utiliza apps para registrar tus entrenamientos, cuelga tus medallas, pon tu objetivo en donde puedas verlo.
• Entrenar en equipo: el sentido de pertenencia aumenta la motivación para realizar ejercicio. Si estás iniciando en el ejercicio o si te tocan entrenamientos muy pesados, te sugerimos que lo hagas en acompañado, ya que será más fácil cumplir con él.
• Transformar los entrenamientos en un reto nuevo: tal vez tengas días en donde no te quieres levantar o no quieres ir a entrenar, convierte cada entrenamiento en una competencia personal en donde te superes, y recuerdes cuáles son tus objetivos y a dónde quieres llegar.
• Entrenar un día a la vez: disfruta cada entrenamiento, no te adelantes a lo que toca mañana, y aprende de lo que hiciste ayer. Puedes tener entrenamientos no tan buenos o entrenamientos muy buenos, recuerda que cada entrenamiento es una oportunidad para mejorar y aprender.
¡Hazlo!
Todos los días son un buen momento para plantearte objetivos, para retarte y superarte. Tener objetivos diarios y el cumplimiento de estos, aumentarán tu motivación, y a su vez incrementará tu autoconfianza y el disfrute del ejercicio.
Disfruta cada momento, y haz que sea tú memento: disfruta el viento que choca cuando vas en la bici, la emoción de cruzar la meta, los latidos intensos cuando te toca hacer velocidad, el sonido del agua cuando estás nadando, el sudor que escurre por tu frente, la sensación de cumplir en el
entrenamiento… Aprende a disfrutar y reconocer lo que haces, hará más placentero el camino a conseguir tus objetivos.
Abril Cantú Berrueto
Dahiana Salazar González
Parma Aragón