Suplementación con Withanai Somnifera (Ashwagandha)
Se ha hablado mucho sobre suplementos milagrosos o superfoods, y en este grupo podemos encontrar con muchas menciones a la Ashwaganda, una planta a la que se la ha sometido a muchas investigaciones por sus propiedades “maravillosas” y los efectos que puede presentar.
Esta planta se le conoce de diferentes formas, la podemos encontrar por su nombre científico Withania Somnífera (WS), Ginseng Indio o cereza del invierno (Winter Cherry).
Esta planta ha estado presente en la medicina ayurveda y medicina indígena por más de 3000 años.
Las raíces están categorizadas como “rasayanas”, las cuales son conocidas por promover la salud, la longevidad al reforzar el sistema inmune, el proceso de anti envejecimiento, revitaliza el cuerpo en condiciones de enfermedad e incrementa la capacidad del individuo de resistir condiciones ambientales adversas al crear una sensación de bienestar en general.
Está raíz ha sido usada en varios grupos de edad, ambos sexos y en algunos casos durante embarazo sin tener efectos adversos.
Históricamente se ha utilizado con muchísimos fines, como:
- Adapatógeno
- Antioxidante
- Afrodisiaco
- Tónico para el hígado
- Agente antiinflamatorio
- Agente astringente
- Demencia Senil
- Más recientemente se ha utilizado para tratar úlceras
Actualmente hay ensayos clínicos e investigaciones en animales que apoyan el uso de WS para el tratamiento de la ansiedad, desórdenes neurológicos, inflamación, hiperlipidemia, y enfermedad de párkinson.
Cómo podemos ver esta planta/raíz tiene muchas propiedades y se están comprobando más, pero ¿cómo podemos encontrar esta planta en el mercado?
En el mercado lo encontrarás en muchas presentaciones en forma de suplemento y de muchas marcas desde pastillas o en capsulados hasta en polvo para agregar a tus colaciones.
Pero como todo suplemento alimenticio tiene que ser recetado por tu profesional de a salud y adaptado a tus metas y necesidades personales.
Referencias:
M.A. Weiner, J. Weiner. Ashwagandha (India ginseng). In: Herbs that Heal. Quantum Books, Mill Valley, CA; 70–72 (1994).
S. Sharma, S. Dahanukar, S.M. Karandikar. Effects of long-term administration of the roots of ashwagandha and shatavari in rats. Indian Drugs 29: 133–139 (1985).
¿Por qué nos acalambramos?
(Calambres asociados al deporte)
Deshidratación, control neuromuscular o agotamiento de electrolitos.
Todos hemos pasado por esos momentos incómodos y dolorosos donde tenemos que detener nuestra actividad por uno o más calambres, ya sea en medio de una competencia a la hora de bajarnos a correr en un triatlón o estando quietos en la cama o sofá.
Mientras estas en esta posición, puedes escuchar diferentes puntos, como el de “lo más seguro es que estés deshidratado” “no has comido plátano, te falta potasio” “no estiraste bien “, “estás entrenando de más” etc.
¿Por qué pasa esto?
Hace más de 100 años jornaleros que trabajaban en temperaturas calurosas (buques de vapor y minas) presentaban estos calambres y se asociaba a una sudoración excesiva y condiciones calurosas, esto condujo a la hipótesis tradicional de agotamiento de electrolitos y deshidratación., por lo que se generó que se utilizara el término “calambres por calor durante el ejercicio”, pero en otras investigaciones donde había actividad física en climas fríos (en nadadores) o moderado a fríos también se presentaban estos calambres.
Otros investigadores llevaron a cabo un estudio de cohorte prospectivo (Disertación en Medicina Deportiva de Drew N, MPhil , Universidad de Ciudad del Cabo, 2006) en maratonistas y triatletas donde se demostraba que no existe una relación entre las anormalidades en electrolitos y los calambres musculares inducidos por ejercicio, ya que evaluaron dos grupos de atletas, grupo A que no sufrió calambres y Grupo B que sufrió algún calambre inducido por el deporte, se analizaron los niveles de concentraciones séricas de electrolitos en ambos grupos y se observó que las concentraciones séricas no eran significativamente diferentes que las del grupo que no sufrió calambres.
Un estudio transversal sugiere que si un atleta presenta calambres inducidos por deporte, hay que analizar sus antecedentes hereditarios y conocer si se presentaban casos de calambres presentes, por lo tanto existe la predisposición genética, pero este mecanismo requiere de más investigaciones
Teniendo en cuenta esta información hay una hipótesis que sugiere que para que se presente un calambre inducido por ejercicio tienen que estar presentes 3 Factores.
Deshidratación, Agotamiento de electrolitos y el componente principal Fatiga, conocidos como la tríada que provoca un calambre inducido por el ejercicio.
Podemos evitar tener estos episodios de calambres, procurando tener un estado de hidratación óptimo previo a algún evento o entrenamiento, hidratarnos correctamente durante y posterior a la prueba, y una programación adecuada del entrenamiento (descanso), todo esto supervisado por profesionales de la salud y entrenamiento.